Discusiones de pareja ¿Por qué aparecen? ¿Son buenas o malas? ¿Cómo manejarlas? Te lo contamos en este artículo.
¿Por qué discuten las parejas?
Una vez que la pareja supera la etapa del “enamoramiento”, suelen aparecer las discusiones fuertes. Esto puede darse entre los 7 meses y 2 años, dependiendo de la intensidad de la relación. Esta etapa es un proceso de transición de la relación “ideal” que ambos tenían en sus mentes, hacia la relación “real”, en la que deben convivir, trabajar y esforzarse para que el matrimonio tenga éxito.
¿Cómo saber cuando las discusiones de pareja dejaron de ser una buena señal?
En la etapa “ideal”, todo es maravilloso y se disfruta mucho de la compañía de la otra persona. No parecen haber defectos (aunque sí los hay, solo que en esta etapa no parecen ser un problema). Pasada esta etapa, se presenta la transición a la relación “real”, las discusiones son más comunes ya que se tienen que aceptar los defectos propios y los de la pareja, ceder algunas veces y, por supuesto, mantener la identidad propia e individual.
Las discusiones son sanas en esta etapa debido a que es una evidencia de que ambos están adaptándose uno al otro y este es siempre un proceso de aprendizaje mutuo que genera un poco de estrés e incomodidad manejables.
Si esta etapa de transición se extiende más de lo debido y parece no tener fin, es la principal alerta a la que deben estar atentas las parejas. Estancarse en la etapa de transición más de lo debido, indica que la pareja tiene problemas de comunicación y de adaptación, por lo que es recomendable acudir por ayuda.
Pleitos vs Discusiones – ¿Cuál es la diferencia?
La mayoría de personas considera que discusiones y pleitos son lo mismo, pero hay una gran diferencia y es importante tenerla en cuenta para saber cuando una discusión se salió de control y amenaza la relación.
En una discusión, ambos reconocen que tienen puntos de vista diferentes y tratan de llegar a un acuerdo, sin ofenderse uno al otro, sin dejar que la ira los gobierne, sin recurrir a la violencia y enfocados en una solución satisfactoria para ambos (en la medida de lo posible).
Por otro lado, en un pleito, el enfoque es completamente egoísta, dónde solo se busca tener la razón sin importar los sentimientos, emociones y pensamientos de la otra persona. Usualmente se usan reproches y se hace referencia a otras situaciones que nada tienen que ver con el problema que están tratando.
3 pasos para manejar las discusiones de pareja
Paso 1 – Identifiquen por qué tienen puntos de vista diferentes
No se lancen a discutir el tema sin primero conocer la perspectiva de la otra persona. Esto les ayudará a comprender cómo es que la circunstancia o el problema afecta a ambos, así será más fácil llegar a un acuerdo satisfactorio
Paso 2 – Mantengan el respeto y el enfoque de buscar lo mejor para ambos
Ninguna discusión debe ser pretexto para faltarse el respeto entre ustedes. No se enfoquen en atacarse mutuamente, sino en encontrar la solución que les pueda beneficiar a los dos.
Paso 3 – Discutan en el momento adecuado
Escojan el momento adecuado para discutir, sin que tengas interrupciones No dejen las discusiones para altas horas de la noche, porque el cansancio afecta negativamente la percepción y la motivación.
Es preferible dejar las discusiones para un tiempo de comida, un fin de semana o una caminata por el parque, solo por mencionar unos ejemplos.
Esperamos que esta información te ayude a identificar si estás peleando o discutiendo con tu pareja y que además puedas manejar las discusiones de una mejor manera, sacando provecho de ellas y usándolas para fortalecer tu relación con esa persona que tanto amas.
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