Si estás leyendo esto, es probable que seas parte de las miles de personas que llegaron al altar y pensaron que se unirían a su “Media Naranja”, que esa persona a tu lado era perfecta en todo sentido y que ese era el inicio de una vida llena de encantos, momentos atesorables y felicidad perpetua.
De repente, algo cambió y la persona con quien te casaste, no parece ser la persona perfecta que conociste cuando eran novios. Tal vez ni siquiera recuerdes en qué momento las cosas comenzaron a complicarse entre ustedes, pero ahora parece que cada día están más distanciados uno del otro.
Es probable que para este momento, las peleas sean constantes, la comunicación es escasa o inexistente, ya no pasan tiempo juntos y cuando lo hacen, suelen aparecer enojos de uno o del otro y cada vez es más difícil mantener la serenidad en su relación.
Si ese es tu caso, es posible que estés leyendo este artículo porque piensas que tu relación dejó de ser el matrimonio feliz que esperabas al casarte, y ahora tu matrimonio parece dirigirse irremediablemente al divorcio.
Te tengo buenas noticias…
No tienes que tirar la toalla creyendo que todo está perdido, hay mucho que puedes hacer para salvar tu matrimonio del divorcio y comenzar a construir un matrimonio feliz, tal como eran sus planes delante del altar.
Verás, nosotros también pasamos por momentos muy difíciles en nuestro matrimonio, yo incluso estuve a punto de pedirle el divorcio a Melissa. Pero ambos decidimos darle una nueva oportunidad a nuestro matrimonio. No fue sencillo, pero con paciencia y perseverancia aprendimos algunas lecciones valiosas sobre lo que requiere un matrimonio feliz.
Mi esposa y yo sabemos que hay muchas circunstancias que pueden desgastar la relación de pareja y empujar a un matrimonio a la idea de que «el divorcio podría ser la salida» aunque sabemos que esa no es la única solución, siempre hay un mejor camino.
Situaciones como, una mala comunicación, la intolerancia, las peleas constantes, los quehaceres domésticos, los hijos, las responsabilidades, la rutina, los celos infidelidad y un largo etc, son las situaciones responsables de que miles de matrimonios terminen en divorcio.
Los siguientes son consejos que puedes seguir para mejorar tu relación y evitar que la sombra del divorcio aparezca en tu matrimonio.
Queremos ser honestos, no te podemos prometer que tu matrimonio va a mejorar de la noche a la mañana. Mejorar y restaurar una relación de pareja requiere trabajo diario y constancia de ambos.
Consejos para evitar el divorcio y lograr un matrimonio feliz
1- Mejorar la comunicación.
Suena trillado y parece una tarea imposible, pero es uno de los puntos primarios a resolver.
Mejorar la comunicación es tal vez el consejo más común que escucharás, pero pocos ofrecen herramientas para lograrlo.
Pues bien, nuestro compromiso es ayudarte genuinamente, por eso hemos compartido un post con las claves precisas para mejorar la comunicación entre tú y tu pareja. Puedes verlo en este enlace.
Además, puede que te interese ver nuestra clase sobre Comunicación Asertiva y cómo implementarla en tu matrimonio.
Comunicarse y tener diálogos sinceros entre los cónyuges, es de vital importancia para construir un vínculo saludable en la pareja y el hogar.
2- Pasar tiempo de calidad juntos
Parece obvio que la pareja debe tener espacio para ellos solos, pero son pocos los matrimonios que invierten en ello.
El tiempo en pareja debe ser Planeado. No se trata de improvisar y salir de pronto, aunque no está mal hacerlo así de vez en cuando. Pero lo mejor es que este tiempo sea una cita semanal, y hacemos hincapié en que se esfuercen por tener este tiempo cada semana.
Definan el día y la hora con al menos 5 días de anticipación. Planeen quién cuidará a sus hijos para que tengan ese tiempo solos como pareja. No tienen que invertir mucho dinero, esta cita puede ser una caminata juntos para platicar o salir a tomar un helado. Lo importante es que esa cita sea programada, esperada, priorizada y protegida.
Este tiempo les ayudará a desconectarse de los problemas del día, del celular, del estrés y conectar con ustedes únicamente, compartir sus sentimientos y disfrutar de la compañía mutua.
3- Sean sinceros y aprendan a decir NO
Muchas personas, para evitar un problema con sus parejas, evitan decir no a algo que realmente no desean o que no tiene la misma relevancia que para sus parejas. La libertad de expresarse libremente (sin herir a la otra persona), es una característica de una relación saludable.
Cuando dices SÍ a algo que realmente no quieres, es probable que genere problemas cuando tu pareja vea la falta de interés o negatividad ante aquello a lo que aceptaste.
4- Disfruten de la intimidad
El sexo siempre ha sido un tema difícil de hablar entre muhas parejas. Existen muchas ideas erróneas alrededor de lo que debe ser la vida sexual sana en una pareja.
El secreto está en aprender que éste es un tiempo que deben disfrutar ambos. No se trata de que solo uno experimente placer a costa de hacer sentir mal, herir, dañar a su pareja o forzar a tu pareja a hacer algo que no disfruta.
Aunque las fantasías y los juegos pueden añadir algo de emoción e incrementar el interés, nunca deben forzar a la otra persona a hacer algo en contra de su voluntad o en contra de sus valores.
Hablen, sean sinceros, expresen qué les gusta y qué les hace sentir bien a la hora de tener sexo. Procuren satisfacerse el uno al otro en libertad y sin presiones de ninguna clase. Nunca dejen de divertirse y de gozarse en intimidad.
5- Fomenten la confianza mutua
El matrimonio es una relación donde dos personas se entregan totalmente y sin reservas, pero para que eso sea posible, es necesario que ambos sientan la seguridad de que no serán traicionados y que pueden confiar completamente uno en el otro.
Esa confianza puede dañarse con acciones que parecen simples juegos, pero que poco a poco dañan la relación de manera profunda.
Hacer burla de tu pareja en público, criticar a tu pareja de manera hiriente, corregir bruscamente delante de otras personas, reírse de sus ideas y otras acciones como esas, van a lastimar la confianza de tu pareja y esas heridas son difíciles de sanar porque dejan un profundo hueco emocional.
Hablen en privado si requiere corregir una actitud, usa palabras bonitas para referirte a tu pareja en público. Haz una lista de las cualidades positivas de tu pareja y hazle saber por qué son importantes para tí esas cualidades. Respeta sus ideas y pregúntale por qué piensa de esa manera o por qué eso es importante. Todas esas acciones sumarán positivamente en su relación y mejorará la confianza mutua.
6- Protejan su relación de terceras personas
Este consejo no se refiere solo a la sexualidad o la fidelidad, existen otras maneras más sutiles en las que terceras personas afectan el matrimonio.
Cuando tengan un problema entre ustedes, arreglenlo entre ustedes y no permitan que otras personas como la familia, amigos o los hijos interfieran.
Cuando terceras personas interfieren, terminan apoyando a uno o al otro y eso suele hacer que el ego de la persona que fue apoyada crezca. Esto, asu vez, produce que la otra persona ya no se enfoque en la solución, sino en demostrar que tanto su pareja como la tercer persona, se equivocan.
Es decir, dejan de trabajar en equipo y comienzan a tener una lucha por ver quién tiene el poder, en vez de dialogar para solucionar un conflicto.
7- Aprende a perdonar
Te has detenido a pensar que tanto tú como tu pareja son seres humanos y que los seres humanos suelen equivocarse más veces de las que aciertan.
Si piensas que tu pareja te falló, te lastimó o dejó de lado un detalle importante, ten en cuenta que también tú has fallado y te has equivocado alguna vez.
Es más, seguirán equivocándose y fallando en diferentes áreas a lo largo de su vida matrimonial. Esa es la naturaleza humana, está inclinada al error, pero de los errores aprendemos, corregimos y crecemos.
Si quieres salvar tu matrimonio, debes saber que perdonar no solo es decir “ya pasó” o “ya lo olvidé” si después de un tiempo vuelves a reclamar y reprochar a tu pareja lo que te hizo.
Ten el valor, el coraje y la grandeza de perdonar genuinamente y dejar de lado el rencor, por el bien de tu matrimonio.
Tu matrimonio NO está condenado al divorcio…
Todavía hay mucho que puedes hacer para salvar y restaurar tu relación, incluso si sólo tú eres quien está buscando la solución, sin contar con el completo apoyo de tu pareja.
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